“Vogue Italia no publicará fotos este mes como un gesto a favor del planeta” o El postureo barato como campaña publicitaria

Vogue Italia no publicará fotos este mes como un gesto a favor del planeta” reza el titular y no hace falta llegar al quinto párrafo para darse cuenta que es una gilipollez como una catedral y no solo por la cuenta que me trae sino porque desprende un olorcillo a postureo barato.

El número de enero no contendrá fotografías. estas serán sustituídas por ilustraciones.

Aquí las cifras que suponen una sesión de fotos para Vogue Italia: 150 personas, 20 vuelos, 10 viajes en tren, 40 coches alquilados, 60 envíos de paquetes internacionales, como mínimo 10 horas de luces encendidas, varios generadores funcionando con gasolina, servicio de cáterin del que gran parte va directo a la basura, plástico para envolver las prendas, energía para cargar teléfonos, cámaras, etc. ¿En serio hace falta todo eso para una sesión de fotos? Supongo que si se quiere sí por lo que si se desea también se pueden ahorrar una grandísima parte de ello.

Emanuele Farneti, editor en jefe y el lumbreras detrás de la idea apunta hacia su compromiso con la preservación del planeta para las futuras generaciones y el respeto a la naturaleza.

Para el ‘numerito’ en cuestión que sale a la venta el 7 de enero se ha optado por ocho portadas distintas, si, ocho, cada una de ellas ilustradas por el trabajo de por el trabajo de importantes, entiendo, artistas del diseño, multimedia, pintura, ilustradores, etc. que reflejará las prendas sin fotografiarlas por supuesto y las relacionará con su compromiso a favor de la lucha contra el cambio climático.

Que en una de las portadas ilustradas aparezca la imagen de una modelo ‘vistiendo’ de Gucci y un mosquito chorreando sangre como compromiso con el medio ambiente vale tanto para un cartel neosurrealista de un remake de Los Pájaros como para anunciar una conferencia de Greta. O en la que aparece una modelo vestida con lencería mientras sujeta un látigo de cuero negro entre sus guantes de látex tiende a confundir al que la mira pero ya luego te explican que ‘se ve’ que la mujer tiene el control. Ok.

Antes de que a alguien le dé por calcular cuántos árboles hay que tirar abajo para fabricar los lápices y el papel para las ilustraciones o el plomo que se necesita para las tintas los de Vogue nos explican que todo el dinero recaudado del ‘numerito’ irá a una fundación veneciana cuyo local se vió afectado por las inundaciones y que en realidad todo ha sido un gesto no un cambio a largo plazo por lo que deduzco que en febrero volverán a la posición anterior. Donde pone gesto se debería leer ‘campaña publicitaria con desgrave por donación como postre’. Que listos son coño! Al final va a ser verdad que el Farneti este es un genio.

© Vanessa Beecroft

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Vogue Italia will not publish photos this month as a gesture in favor of the planet” says the headline and it is not necessary to reach the fifth paragraph to realize that it is a bullshit like a cathedral and not only for the account that brings me but because it gives off a cheap posture smell.

The January number will not contain photographs. These will be replaced by illustrations.

Here the figures that represent a photo shoot for Vogue Italy: 150 people, 20 flights, 10 train trips, 40 rented cars, 60 international package shipments, at least 10 hours of lights on, several generators running on gasoline, service food catering of which much goes directly to the garbage, plastic to wrap the garments, energy to charge phones, cameras, etc. Is this really necessary for a photo shoot? I suppose if you want yes so if you want you can also save a very large part of it.

Emanuele Farneti, editor-in-chief and the lights behind the idea points to his commitment to the preservation of the planet for future generations and respect for nature.

For the ‘issue’ in question that goes on sale on January 7, eight different covers have been chosen, yes, eight, each one illustrated by the work of the work of important, I understand, design artists, multimedia , painting, illustrators, etc. that will reflect the garments without photographing them of course and will relate them to their commitment in favor of the fight against climate change.

That on one of the covers illustrated the image of a model “wearing” Gucci and a mosquito dripping blood as a commitment to the environment is valid both for a neosurrealist poster of a The Birds remake and to announce a Greta conference. Or in which a model dressed in lingerie appears while holding a black leather whip between her latex gloves tends to confuse the one who looks at her but then they explain to you that ‘it looks’ that the woman is in control. Okay.

Before someone gives you to calculate how many trees you have to throw down to make the pencils and the paper for the illustrations or the lead that is needed for the inks, those of Vogue explain that all the money collected from the ‘issue’ will go to a Venetian foundation whose premises were affected by the floods and that in reality everything has been a gesture not a long-term change, so I deduce that in February they will return to the previous position. Where it puts gesture should read ‘advertising campaign with tax deduction for donation as dessert’. How clever they are fuck! In the end it will be true that the Farneti is a genius.

© Vanessa Beecroft